Emplear de manera adecuada el color es un factor que ningún emprendedor debe desestimar. Se considera un elemento esencial de la imágen corporativa, ya que de él dependen muchas cosas, como la diferenciación en el mercado; además de convertirse en una herramienta de gran poder si se utiliza de manera correcta por su fuerte capacidad de persuadir.
Sin embargo, existen una serie de elementos que hay que tener en cuenta para elegir una paleta de colores apropiada para tu empresa y, definitivamente, ciertas consideraciones sobre los colores antes de comenzar a generar combinaciones.
Primero que nada, hay que identificar el objetivo de diseño. Lo que queremos, es determinar claramente el mensaje y la reacción que esperamos obtener de nuestra audiencia.
Aunado a esto, se avecina otro factor a considerar: reconocer al público objetivo. Conocer a qué sector pertenecen, qué edad tienen, qué lugares visitan, cuáles son sus preferencias de consumo, su personalidad, su entorno socio-cultural, entre otros aspectos; son elementos que definirán el mercado al que nos dirigimos.
Es a partir de la definición del objetivo y el reconocimiento de la audiencia que seremos capaces de decidir apropiadamente el “cómo decirlo”. Aquí comenzamos, ahora sí, a pensar en colores.
Como vimos en nuestro blog Las sensaciones del color , existen asociaciones emocionales preestablecidas a cada tonalidad, las cuales varían debido a las diferencias culturales y al contexto. Razón por la cual, la elección de los colores se debe realizar a conciencia y no al azar o simplemente porque se ven bien uno al lado del otro. Dentro del tema de las asociaciones, es importante tener en cuenta que ciertas combinaciones pueden relacionarse ya con marcas existentes o incluso situaciones en la historia, factor que puede influenciar de manera positiva o negativa a la transmisión de nuestro mensaje.
Para poder realizar la toma de decisiones de manera más certera será necesario cuestionarnos, basados en el conocimiento del objetivo de comunicación y la delimitación de nuestro mercado, lo siguiente:
¿Qué emociones o estados de ánimo queremos generar?
¿Cuáles colores están relacionados con dichas emociones?
De estos colores, ¿Cuál es el de mayor impacto en nuestro mercado?
Es necesario echar un vistazo a lo que hace la competencia, pensando en que pueda resultar favorable unirnos a una paleta de color similar, o renovar apostando a la diferenciación.
Con esta planeación y estudio previo, tendremos una idea de lo que tenemos que buscar dentro del círculo cromático, lo que nos lleva a hablar sobre armonía del color. Para entender mejor estas fórmulas, será necesario tener a la mano el círculo cromático, que es la rueda del color que resulta de la mezcla de los colores primarios y secundarios.
Comencemos hablando de la fórmula monocromática. Es la más sencilla de todas, ya que se obtiene utilizando un solo tono en sus variaciones de brillo y saturación.
Dentro de la misma sencillez y armonía, tenemos la fórmula análoga, que resulta de la elección de dos los colores consecutivos dentro del círculo cromático.
Otra opción para encontrar armonía en el color es la utilización de colores complementarios. Estos se encuentran opuestos uno del otro en el círculo cromático, y podemos variar o dar énfasis a algún color utilizando variaciones de saturación o brillo.
Una variación de esta fórmula son los colores complementarios divididos. Esta mezcla se logra tomando los dos colores que se encuentran junto al color complementario, lo que brinda el mismo nivel de contraste con mayor variación de tonos.
Podemos obtener también la tríada, la cual se forma de un triángulo equilátero en el círculo cromático en el que se usan los colores que están en cada esquina. Estas combinaciones tienden a ser bastante impactantes, particularmente con colores primarios y secundarios, por lo que se debe usar con cuidado.
La paleta tetraédrica forma un rectángulo en el círculo, lo que nos lleva a utilizar dos pares de colores complementarios. En estas combinaciones de color se recomienda elegir un color dominante y los otros tres como auxiliares o de apoyo.
Elegir los colores correctos dará estabilidad y credibilidad, siempre y cuando está elección se realice en el entendido de que cada color puede evocar sentimientos que se verán influenciados por el contexto, y parte de ese contexto serán también los colores que formarán parte de la paleta entera.
Define: ¿Cuál será tu color principal?, ¿Cuáles serán los colores de apoyo? Utiliza esto como una regla y aplicala en tu identidad corporativa.
Esto creará homogeneidad. Debemos entender que definir y apegarnos al uso de una paleta de color como parte de la identidad empresarial brindará personalidad a nuestro negocio. El uso de colores fuera esta paleta podría generar confusión en nuestros clientes, lo que puede resultar en el bajo éxito de una campaña publicitaria, un anuncio, nuestra página web, o incluso en nuestro proyecto.
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