Branding. Seguramente has escuchado este concepto muchas veces pues se ha vuelto bastante recurrente entre diseñadores, empresarios y profesionales dentro del mundo de la comunicación y el marketing. Pero realmente ¿de qué se trata y cuáles son los beneficios que te traerá la estructuración, planeación y buen diseño del branding?
Este concepto incluye todos los aspectos que pretendan definir la personalidad de una marca desde su construcción y diseño. Es un enfoque de trabajo que gestiona una estrategia creativa de todos los elementos diferenciadores de una marca (tangibles e intangibles) para contribuir de manera inteligente a la construcción de una experiencia de consumo que, para ser sostenible en el tiempo, debe ser relevante y completa.
Dentro de este enfoque se incluyen sus 4 funciones básicas de trabajo:
Gestión estratégica de la marca,
Conocimiento del consumidor y del mercado,
Comunicaciones, y
Diseño.
Referente al diseño adecuado del Branding, conocer el objetivo principal nos dará la pauta para comenzar a trabajar, pues será clave en la definición de la identidad de una marca.
Siendo así dejemos claro lo siguiente:
El objetivo principal del Branding se centra en aumentar el número de ventas y llegar a un mayor público, creando un vínculo duradero relacionado a las emociones del público en la búsqueda de la lealtad suficiente para posicionarse ante la competencia.
Será teniendo en cuenta esto que se obtendrá un gráfico lo suficientemente sólido para representar la marca y todo lo que esta supone, pues a raíz de él se desencadenará el diseño de la imagen corporativa que enmarcará y reforzará todo el concepto.
Poner atención a lo anterior nos dará innumerables beneficios que hemos resumido a continuación:
Lograr distinción. Esta es una cualidad que se alcanza al distinguirse positivamente de la competencia. Es lo que hará que diferencie entre todas las opciones del mercado.
Entrar en la memoria del cliente. Este aspecto se logrará basado la simplicidad, personalidad y constancia de la marca.
Fortalecimiento de la imagen. Tener un Brandig bien definido logrará el afianzamiento de la imagen, pues se empeñará en transmitir los valores y filosofía.
Creación de una personalidad. Se trata de los rasgos intangibles que aportan a las marcas el valor añadido y el compromiso propio, relacionado directamente con los valores y la experiencia más que con el producto o servicio.
Engagement. Se entiende como el compromiso que crea la marca para con sus seguidores, sobre todo en el mundo digital, y viceversa. Lo que quiere decir que está directamente ligado a la interacción que tienen los usuarios con la marca de su preferencia.
Este buen uso del diseño enfocado a la funcionalidad nos traerá un cúmulo de resultados que no habríamos percibido de no contar con una imagen representativa bien definida, pues el supuesto contrario crea una desvinculación de la marca con su público que no permite el crecimiento continuo. La intención será crear un valor emocional en el cliente para generar una sensación de necesidad con lo que buscamos vender.
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